Meloni has been more moderate than expected since taking power. She even travelled to Tunisia, alongside Ursula von der Leyen, the European Commission president, to sign a migrant deal with the country. But when that pact ran into problems this year, Meloni signed a Rwanda-style offshore migrant processing deal with Albania instead. Spain “The time of the patriots has arrived,” Meloni told supporters of the far-Right Vox party before Spanish elections that looked certain to oust a Socialist-led government in July. Orban and Poland’s prime minister, Mateusz Morawiecki, also sent video messages urging Spanish voters to back Vox. The prospect of the hard-Right entering national government for the first time since the days of Franco seemed a very real possibility. Vox was predicted to become the junior partner in a two-party coalition with the centre-Right Partido Popular. In the end, however, the polls were wrong. Vox underperformed and the Partido Popular did not have enough votes to form a government, despite winning the election. Prime minister Pedro Sanchez cobbled together a large Left-wing coalition and stayed in power. But such is the outrage at his pardon for leaders of Catalonia’s independence movement, Vox could benefit from the backlash in the European elections.

Meloni ha sido más moderado de lo esperado desde que asumió el poder. Incluso viajó a Túnez, junto con Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, para firmar un acuerdo migratorio con el país. Pero cuando ese pacto tuvo problemas este año, Meloni firmó con Albania un acuerdo de procesamiento de inmigrantes en el extranjero al estilo de Ruanda. España “Ha llegado el momento de los patriotas”, dijo Meloni a los partidarios del partido de extrema derecha Vox antes de las elecciones españolas que parecían derrocar a un gobierno liderado por los socialistas en julio. Orban y el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, también enviaron mensajes en vídeo instando a los votantes españoles a respaldar a Vox. La perspectiva de que la extrema derecha entrara en el gobierno nacional por primera vez desde los días de Franco parecía una posibilidad muy real. Se predijo que Vox se convertiría en el socio menor de una coalición bipartidista con el Partido Popular de centroderecha. Al final, sin embargo, las encuestas se equivocaron. Vox tuvo un desempeño inferior y el Partido Popular no tuvo suficientes votos para formar gobierno, a pesar de ganar las elecciones. El presidente Pedro Sánchez improvisó una gran coalición de izquierda y se mantuvo en el poder. Pero es tal la indignación por su indulto a los líderes del movimiento independentista catalán que Vox podría beneficiarse de la reacción en las elecciones europeas.