Relations with Law and Justice were strained by Orban’s soft stance on Russia. He urges an end to EU sanctions against Moscow and has even signed new energy deals with Putin since the war in Ukraine broke out. But Orban has a new ally in Left-wing nationalist Robert Fico, a Eurosceptic elected in September on a campaign promise to not send “one more round” to Kyiv. Scandinavia Even famously liberal Sweden has not been immune to Europe’s swing to the Right. The country is racked by a brutal gangland conflict as immigrant gangs battle for control of the drugs trade and replaced its Left-wing government last year. But its Right-wing coalition is only possible with the support of the Sweden Democrats, a populist anti-migrant party with fascist roots. In neighbouring Finland, voters jettisoned Sanna Marin, the socialist prime minister and poster girl for pro-EU Left-wing progressives. She was replaced by a conservative coalition, which opposes the surrender of any more national powers to the EU or increases to the bloc’s budget. The anti-immigration Finns Party, which has called for Finland to quit the EU in the past, came second in the election behind a centre-Right party and is now part of the government. France If there is one continental Eurosceptic who can beat Wilders for longevity, it is Marine Le Pen. The leader of France’s National Rally first went out on the campaign trail with her extremist father Jean-Marie when she was 15. Le Pen has worked hard to sanitise the image of the party her father founded, and has been rewarded at the polls. She has twice faced Emmanuel Macron, the ardently pro-EU centrist, in the run-off for the French presidential elections. In 2017, the year after Brexit, she lost to Macron after calling for a Frexit referendum. Five years later, she dropped the call for a vote on France’s EU membership, but Macron defeated her again after accusing her of pursuing a “Frexit by stealth”. Le Pen had her revenge in the parliamentary elections held a few months later. When the dust settled, Macron had lost his parliamentary majority and was facing predictions he would be a lame-duck president. The National Assembly’s opposition bench was stacked with 73 members of the hard-Left and anti-EU France Unbowed group and 89 National Rally MPs. It is the biggest foothold of the hard-Right in national government since the fall of Vichy in 1944.

Las relaciones con Ley y Justicia se vieron tensas por la postura blanda de Orban hacia Rusia. Insta a poner fin a las sanciones de la UE contra Moscú e incluso ha firmado nuevos acuerdos energéticos con Putin desde que estalló la guerra en Ucrania. Pero Orban tiene un nuevo aliado en el nacionalista de izquierda Robert Fico, un euroescéptico elegido en septiembre con la promesa de campaña de no enviar “una ronda más” a Kiev. Escandinavia Incluso la famosa Suecia liberal no ha sido inmune al giro de Europa hacia la derecha. El país está atormentado por un brutal conflicto entre mafiosos mientras las pandillas de inmigrantes luchan por el control del tráfico de drogas y reemplazaron a su gobierno de izquierda el año pasado. Pero su coalición de derecha sólo es posible con el apoyo de los Demócratas Suecos, un partido populista antiinmigrante con raíces fascistas. En la vecina Finlandia, los votantes desecharon a Sanna Marin, la primera ministra socialista y modelo de los progresistas de izquierda pro-UE. Fue reemplazada por una coalición conservadora, que se opone a la cesión de más poderes nacionales a la UE o a aumentos del presupuesto del bloque. El Partido Finlandés antiinmigración, que ha pedido a Finlandia que abandone la UE en el pasado, quedó segundo en las elecciones detrás de un partido de centro derecha y ahora es parte del gobierno. Francia Si hay una euroescéptica continental que puede vencer a Wilders en longevidad, esa es Marine Le Pen.La líder de la Agrupación Nacional de Francia salió por primera vez a la campaña electoral con su padre extremista Jean-Marie cuando tenía 15 años. Le Pen ha trabajado duro para sanear la imagen del partido que fundó su padre y ha sido recompensada en las urnas. Se ha enfrentado dos veces a Emmanuel Macron, el centrista ardientemente pro-UE, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas. En 2017, un año después del Brexit, perdió ante Macron tras convocar un referéndum sobre el Frexit. Cinco años después, abandonó el llamado a votar sobre la membresía de Francia en la UE, pero Macron la derrotó nuevamente después de acusarla de buscar un “Frexit en secreto”. Le Pen se vengó en las elecciones parlamentarias celebradas unos meses después. Cuando todo se calmó, Macron había perdido su mayoría parlamentaria y enfrentaba predicciones de que sería un presidente saliente. La bancada de oposición de la Asamblea Nacional estaba compuesta por 73 miembros del grupo de extrema izquierda y anti-UE Francia Insumisa y 89 diputados de la Agrupación Nacional. Es el mayor punto de apoyo de la extrema derecha en el gobierno nacional desde la caída de Vichy en 1944.