This might be interpreted simply as meaning that an angry mob has no right to impose its will without going through proper constitutional procedures. Even in the UK, which has no formal separation of powers and in which Parliament can change any law in any way it likes, our independent courts have long adjudicated on the legality of government actions. If they are deemed unlawful, the government must then follow the law, or else get Parliament to change the law. Yet this isn’t what the ECHR has in mind, and it conflates the “rule of law” with “rule by lawyers”. It believes democracy should be radically constrained, that the people aren’t wise enough to take decisions, that there are objectively good and correct positions and bad and evil ones. If you trust the voters, you can get Brexit – horror of horrors – or the Swiss rejecting net zero, which is clearly intolerable. Democracy is the political equivalent of pocket money: it should only hold sway over unimportant matters. The real decisions should be taken by objective judges. Democracy’s pathology is that it can descend into a tyranny of the majority, and an oppression of the minority. But again this isn’t really what the ECHR is worried about. Its allies want to keep moving us from a minimalist interpretation of the rights that should constrain majoritarian rule – the sorts of negative liberties in the US Bill of Rights – to a Left-wing, maximalist one, where we all have a right to every possible good thing, from cheap housing to two holidays a year to no climate change, and where only the details are left to the politicians and the technocrats. They also believe that consulting the electorate doesn’t work because it doesn’t account for the very young or the as yet unborn, and so the answer is to impose a rights culture which neuters genuine politics. Who guards the guardians? Who runs Britain? It’s time to take back control from these anti-democratic, maniacal elitists.

Esto podría interpretarse simplemente en el sentido de que una turba enojada no tiene derecho a imponer su voluntad sin pasar por los procedimientos constitucionales adecuados. Incluso en el Reino Unido, que no tiene una separación formal de poderes y donde el Parlamento puede cambiar cualquier ley como quiera, nuestros tribunales independientes llevan mucho tiempo fallando sobre la legalidad de las acciones gubernamentales. Si se consideran ilegales, el gobierno debe cumplir la ley o, de lo contrario, lograr que el Parlamento cambie la ley. Sin embargo, esto no es lo que el TEDH tiene en mente, y confunde el “estado de derecho” con el “gobierno de los abogados”. Cree que la democracia debe ser radicalmente limitada, que el pueblo no es lo suficientemente sabio para tomar decisiones, que hay posiciones objetivamente buenas y correctas y otras malas y malas. Si se confía en los votantes, se puede conseguir el Brexit –horror de horrores– o que los suizos rechacen el cero neto, lo cual es claramente intolerable. La democracia es el equivalente político del dinero de bolsillo: sólo debería prevalecer sobre asuntos sin importancia. Las verdaderas decisiones deben ser tomadas por jueces objetivos. La patología de la democracia es que puede descender a una tiranía de la mayoría y una opresión de la minoría. Pero, una vez más, esto no es realmente lo que preocupa al TEDH.Sus aliados quieren seguir llevándonos de una interpretación minimalista de los derechos que deberían limitar el gobierno mayoritario –el tipo de libertades negativas contenidas en la Declaración de Derechos de Estados Unidos– a una interpretación izquierdista y maximalista, en la que todos tenemos derecho a todos los derechos posibles. algo bueno, desde viviendas baratas hasta dos vacaciones al año o ningún cambio climático, y donde sólo los detalles quedan en manos de los políticos y los tecnócratas. También creen que consultar al electorado no funciona porque no tiene en cuenta a los muy jóvenes o a los que aún no han nacido, por lo que la respuesta es imponer una cultura de derechos que neutralice la política genuina. ¿Quién guarda a los guardianes? ¿Quién gobierna Gran Bretaña? Es hora de recuperar el control de estos elitistas maníacos y antidemocráticos.