Experts have repeatedly warned that the biggest barrier to widespread adoption of EVs is cost, which remains too high for most consumers. The average electric car sells for just under €70,000 (£59,900) in the US and about €65,000 in Europe, according to research by Jato Dynamics. That compares to a typical cost of just over €30,000 in China, where the government is pushing the adoption of EVs more aggressively and domestic brands are fighting cut-throat price wars. In China, BYD is selling the Seagull – its ultra-low cost, five-door hatchback – for just 69,800 yuan, or about €9,000 euros. Some experts have predicted that the arrival of cheap Chinese models in Europe could turn the tide. However, officials in Washington, Brussels and Westminster are concerned that these Chinese imports could unfairly undercut domestic manufacturers. Western car makers have preferred to focus on selling bigger, more profitable EV models to date. Only 17pc of electric cars sold in Europe were compact vehicles in the cheaper market segment, compared to 37pc of combustion engine cars, analysis by campaign group Transport & Environment found. Despite this, many experts will point out that the more affordable second-hand market is what really matters to EV adoption because most consumers don’t buy brand new cars. While there is certainly evidence the used EV market is growing, only 1.6pc of used sales involved electric cars last year, according to the Society of Motor Manufacturers and Traders (SMMT).

Los expertos han advertido repetidamente que el mayor obstáculo para la adopción generalizada de los vehículos eléctricos es el costo, que sigue siendo demasiado alto para la mayoría de los consumidores. Un coche eléctrico medio se vende por poco menos de 70.000 euros (59.900 libras esterlinas) en Estados Unidos y unos 65.000 euros en Europa, según una investigación de Jato Dynamics. Eso se compara con un costo típico de poco más de 30.000 euros en China, donde el gobierno está impulsando la adopción de vehículos eléctricos de manera más agresiva y las marcas nacionales están librando feroces guerras de precios. En China, BYD está vendiendo el Seagull (su hatchback de cinco puertas de coste ultrabajo) por sólo 69.800 yuanes, o unos 9.000 euros. Algunos expertos han predicho que la llegada de modelos chinos baratos a Europa podría cambiar la situación. Sin embargo, a los funcionarios de Washington, Bruselas y Westminster les preocupa que estas importaciones chinas puedan socavar injustamente a los fabricantes nacionales. Hasta la fecha, los fabricantes de automóviles occidentales han preferido centrarse en vender modelos de vehículos eléctricos más grandes y rentables. Sólo el 17 por ciento de los coches eléctricos vendidos en Europa eran vehículos compactos en el segmento de mercado más barato, en comparación con el 37 por ciento de los coches con motor de combustión, según un análisis del grupo de campaña Transporte y Medio Ambiente. A pesar de esto, muchos expertos señalarán que el mercado de segunda mano, más asequible, es lo que realmente importa para la adopción de vehículos eléctricos, porque la mayoría de los consumidores no compran autos nuevos.Si bien hay pruebas evidentes de que el mercado de vehículos eléctricos usados ​​está creciendo, sólo el 1,6 por ciento de las ventas de vehículos usados ​​fueron de coches eléctricos el año pasado, según la Sociedad de Fabricantes y Comerciantes de Motores (SMMT).