Rents, for example, are falling by 20pc a year as landlords, freed from controls, put more supply on the market, instead of withdrawing it as they do in countries where the price is set by the government. Finally, Milei has never stopped making the argument. He promotes freedom, liberalisation and a smaller state with a messianic zeal. Many of the measures he has taken might be rough, but the president has never attempted to dismiss that, instead explaining patiently and persistently why the reforms are justified, and how they will create greater prosperity for everyone in the long run. Much of the developed world, and the UK in particular, are gradually slipping into Argentinian-style stagnation before Milei came along. Governments are hooked on subsidies and price controls, trying to buy their way out of every challenge with higher spending. Deficits are allowed to rise relentlessly, with no meaningful plan for ever bringing them down again. A corrupt, crony capitalism is allowed to flourish, killing competition. But the Argentine leader is providing a blueprint for how to break free. The global economic elite keeps lecturing us on why we need more government and a more powerful state despite the painful lack of results. Argentina is challenging it in dramatic fashion. It is just possible that it is starting to work.

Los alquileres, por ejemplo, están cayendo un 20 por ciento al año a medida que los propietarios, liberados de controles, ponen más oferta en el mercado, en lugar de retirarla como lo hacen en países donde el precio lo fija el gobierno. Finalmente, Milei nunca ha dejado de dar el argumento. Promueve la libertad, la liberalización y un Estado más pequeño con un celo mesiánico. Muchas de las medidas que ha tomado pueden ser duras, pero el presidente nunca ha intentado descartarlas, sino que ha explicado paciente y persistentemente por qué las reformas están justificadas y cómo crearán mayor prosperidad para todos en el largo plazo. Gran parte del mundo desarrollado, y el Reino Unido en particular, están cayendo gradualmente en un estancamiento al estilo argentino antes de que apareciera Milei. Los gobiernos están adictos a los subsidios y los controles de precios, tratando de salir de cada desafío con un mayor gasto. Se permite que los déficits aumenten incesantemente, sin ningún plan significativo para reducirlos nuevamente. Se permite que florezca un capitalismo corrupto y amiguista, acabando con la competencia. Pero el líder argentino está proporcionando un plan sobre cómo liberarse. La élite económica mundial sigue sermoneándonos sobre por qué necesitamos más gobierno y un Estado más poderoso a pesar de la dolorosa falta de resultados. Argentina lo está desafiando de manera dramática. Es posible que esté empezando a funcionar.