“Let me be clear, this is a spy ship,” said John Healey, the Defence Secretary, as he revealed the Royal Navy operation last week. And while the encounter looked peaceful from above, analysts and former navy officers told The Telegraph that Britain is likely to be already engaged in direct conflict with Russia’s “dark fleet”, deep underwater and out of sight. In the images released by the MoD, a third ship looms over the Yantar, RFA Proteus. The £65 million auxiliary ship, completed in 2019, also possesses submersibles – only these have the kind of claws needed to sever the cables connecting Yantar to its mischief-making deep-sea craft. “I reckon by now the Yantar will be missing some of its equipment,” said Tom Sharpe, a former Royal Navy submariner. “If it isn’t, it should be.” The details of underwater battles typically remain shrouded in secrecy for decades, observed only by passing sea life as they take place. The last British submarine known to have severed a cable was HMS Conqueror in 1982. Fresh from firing the missiles that sank Argentina’s Belgrano in the Falklands War, it cut an acoustic array trailed by a Soviet trawler.

"Permítanme ser claro, este es un barco espía", dijo John Healey, el secretario de defensa, mientras revelaba la operación de la Royal Navy la semana pasada. Y mientras el encuentro parecía pacífico desde arriba, los analistas y los ex oficiales de la Armada le dijeron a The Telegraph que es probable que Gran Bretaña ya esté involucrado en un conflicto directo con la "flota oscura" de Rusia, profundo bajo el agua y fuera de la vista. En las imágenes publicadas por el mod, un tercer barco se cierne sobre el yantar, RFA proteus. El barco auxiliar de £ 65 millones, completado en 2019, también posee sumergibles, solo estas tienen el tipo de garras necesarias para cortar los cables que conectan a Yantar con su artesanía de aguas profundas. "Creo que ahora al Yantar se perderá algunos de sus equipos", dijo Tom Sharpe, un ex submarinero de la Royal Navy. "Si no es así, debería ser". Los detalles de las batallas submarinas generalmente permanecen envueltas en secreto durante décadas, observados solo por la vida marina que pasa a medida que tienen lugar. El último submarino británico conocido por haber cortado un cable fue el conquistador de HMS en 1982. Recién salido de disparar los misiles que hundió a Belgrano de Argentina en la Guerra de las Malvinas, cortó una matriz acústica que se arrastró por un arrastre soviético.