Last week, the renowned climate scientist, Prof James Hansen, published groundbreaking research suggesting the change to shipping regulations has caused the planet to heat up as much as 0.5 watts per sq metre – the rough equivalent of around a decade of global carbon dioxide emissions at today’s levels. A startling impact, and a critical factor behind the world’s record-breaking temperatures over the past two years, it claimed. “Humanity made a bad deal,” the former Nasa scientist ominously told a UN briefing last Tuesday, explaining how we have for decades effectively relied on air pollution to offset global warming. Only now it was gone would we see the true extent of climate change, he warned. “The Faustian payment to the devil has come due.” For net-zero critics, Prof Hansen’s work raises serious questions over the rush to push out green initiatives without fully scrutinising the wider impact they might have. The 2020 shipping regulations are certainly not the first ill-thought-through climate policy to have a damaging hidden cost on the environment, says Lord Mackinlay of Richborough. “All we’re often doing is just shifting emissions, not cutting them,” he tells The Telegraph. “They are the by-products of a rush to stupidity.” The former Conservative MP, who left the Commons last year after undergoing a quadruple amputation following an infection of sepsis in 2023, highlights Drax Power Station in North Yorkshire, a converted coal plant that now burns wood pellets and provides 5 per cent of the UK’s electricity. It is classed as renewable and emission-free and a key part of the Government’s drive to meet climate targets. In fact, it emits about 12 million tons of carbon dioxide a year, but under international rules the UK doesn’t have to count these emissions. According to a recent BBC Panorama investigation, all of the 6.5 tons of wood pellets are imported from overseas and the timber is allegedly harvested from some of the world’s most precious forests.

La semana pasada, el famoso científico climático, el profesor James Hansen, publicó una investigación innovadora que sugiere que el cambio en las regulaciones de envío ha provocado que el planeta se calienta hasta 0.5 vatios por metro SQ, el equivalente aproximado de alrededor de una década de emisiones globales de dióxido de carbono en niveles de hoy. Un impacto sorprendente y un factor crítico detrás de las temperaturas récord del mundo en los últimos dos años, afirmó. "La humanidad hizo un mal negocio", dijo el ex científico de la NASA siniestramente una información sobre la ONU el martes pasado, explicando cómo hemos dependido durante décadas efectivamente la contaminación del aire para compensar el calentamiento global. Solo que se había ido veríamos el verdadero alcance del cambio climático, advirtió. "El pago Faustian al diablo ha vencido". Para los críticos net-cero, el trabajo del profesor Hansen plantea serias preguntas sobre la prisa por expulsar las iniciativas verdes sin analizar completamente el impacto más amplio que podrían tener. Las regulaciones de envío de 2020 ciertamente no son la primera política climática de mal pensamiento que tiene un costo oculto dañino en el medio ambiente, dice Lord Mackinlay de Richborough. "Todo lo que a menudo estamos haciendo es simplemente cambiar las emisiones, no cortarlas", le dice a The Telegraph."Son los subproductos de una prisa por la estupidez". El ex diputado conservador, que dejó los Comunes el año pasado después de someterse a una amputación cuádruple después de una infección de sepsis en 2023, destaca la estación de energía Drax en North Yorkshire, una planta de carbón convertida que ahora quema bolitas de madera y proporciona el 5 por ciento de la electricidad del Reino Unido. . Se clasifica como renovable y sin emisiones y una parte clave del impulso del gobierno para cumplir con los objetivos climáticos. De hecho, emite alrededor de 12 millones de toneladas de dióxido de carbono al año, pero según las reglas internacionales, el Reino Unido no tiene que contar estas emisiones. Según una investigación reciente de la BBC Panorama, las 6.5 toneladas de gránulos de madera se importan del extranjero y la madera supuestamente se cosecha de algunos de los bosques más preciados del mundo.