Bargury concludes that we’re thinking about this problem all wrong: “Prompt injection is not a vulnerability we can fix. “There is no such thing as a fully secure AI agent or assistant. No matter who is selling.” Such is the rush to implement AI that security experts are now gloomy. “I think we live in a society that will ignore warnings until something bad happens,” says Wegenseil. “It will take something bad happening to realise the way we are implementing AI now. No one listens to Cassandras.” Now we can see why the big AI lobby pressed Donald Trump for a 10-year moratorium on state regulation, demanding a get out of jail free card. AI is turning out to come with vast social and economic costs. Yet Peter Kyle, the Technology Minister, and the Labour Party, continue to roll out the red carpet. The hankering of our policy elites for a miraculous techno-fix remains undiminished. Perhaps even a catastrophe wouldn’t persuade them to pause.

Bargury concluye que estamos pensando en este problema mal: "La inyección inmediata no es una vulnerabilidad que podamos solucionar." No existe un agente o asistente de IA totalmente seguro. No importa quién esté vendiendo ". Tal es la prisa por implementar la IA de que los expertos en seguridad ahora son sombríos. "Creo que vivimos en una sociedad que ignorará las advertencias hasta que sucede algo malo", dice Wegenseil. "Se necesitará algo malo para darse cuenta de la forma en que estamos implementando IA ahora. Nadie escucha a Cassandras". Ahora podemos ver por qué el Big AI Lobby presionó a Donald Trump para una moratoria de 10 años sobre la regulación estatal, exigiendo una tarjeta libre de la cárcel. La IA está resultando con grandes costos sociales y económicos. Sin embargo, Peter Kyle, el Ministro de Tecnología y el Partido Laborista, continúan desplegando la alfombra roja. El anhelo de nuestras élites políticas para un juego de ficha milagroso permanece sin disminuir. Quizás incluso una catástrofe no los persuadiera para que se detengan.