That’s in keeping with an extractive industry which takes much from publishing but gives little back. AI makes this an order of magnitude worse. Generative AI breaks an informal social contract that has existed since the dawn of business: that a buyer should take a keen interest in the health of its suppliers. AI, though, is replacing suppliers entirely: an analogy is eating the seed corn. For having ingested everything from entire research libraries to newspapers, from YouTube to the works of every gallery, AI can create fine tuned pastiches and continue to produce them forever. Google can also punish sites that refuse to be scraped with a kind of corporate death sentence: making them disappear from Google. A former Facebook engineer, Georg Zoeller, who also advises Asian governments on AI, says generative AI is little more than piracy disguised by hype. “Large language models are just storage, and all they are doing is compressing knowledge,” he says. “The industry would have been murdered in its crypt if it had told the truth, and people realised that on the other side of the bot is a Napster”. The magic trick is how AI disguises the theft. Google says the old search results will still be available if you want – or can find them. Britain’s Competition and Markets Authority has investigated the company’s use of generative AI, but its remedies are so far very tentative, and it is soliciting views. The CMA also finds British business paying a very high toll to maintain Google’s advertising dominance: UK publicly listed companies spend £10 billion with Google advertising, which the CMA suggests is far higher than it would be in a competitive digital ad market. The CMA can and should do much more to tame this predatory giant, so British internet businesses can survive.

Eso está en consonancia con una industria extractiva que toma mucho de la publicación pero devuelve poco. AI hace que este sea un orden de magnitud peor. La IA generativa rompe un contrato social informal que ha existido desde los amanecer de los negocios: que un comprador debe tener un gran interés en la salud de sus proveedores. Sin embargo, la IA está reemplazando a los proveedores por completo: una analogía es comer el maíz de la semilla. Por haber ingerido todo, desde bibliotecas de investigación completas hasta periódicos, desde YouTube hasta las obras de cada galería, la IA puede crear pastiches ajustados y continuar produciéndolos para siempre. Google también puede castigar a los sitios que se niegan a ser raspados con una especie de sentencia de muerte corporativa: haciéndolos desaparecer de Google. Un ex ingeniero de Facebook, Georg Zoeller, que también asesora a los gobiernos asiáticos sobre la IA, dice que la IA generativa es poco más que piratería disfrazada de Hype. "Los modelos de idiomas grandes son solo almacenamiento, y todo lo que están haciendo es comprimir el conocimiento", dice. "La industria habría sido asesinada en su cripta si hubiera dicho la verdad, y la gente se dio cuenta de que al otro lado del bot es un buzón". El truco de magia es cómo AI disfraza el robo. Google dice que los viejos resultados de búsqueda seguirán disponibles si lo desea, o puede encontrarlos.La Autoridad de Competencia y Mercados de Gran Bretaña ha investigado el uso de la IA generativa por parte de la compañía, pero sus remedios son muy tentativos, y está solicitando puntos de vista. La CMA también encuentra que los negocios británicos pagan un peaje muy alto para mantener el dominio publicitario de Google: las empresas que cotizan en bolsa en el Reino Unido gastan £ 10 mil millones con la publicidad de Google, lo que la CMA sugiere que es mucho más alto de lo que sería en un mercado de publicidad digital competitivo. La CMA puede y debe hacer mucho más para domar a este gigante depredador, para que las empresas de Internet británicas puedan sobrevivir.